Después de dedicar cientos de horas a tu negocio, por fin estás teniendo ingresos más estables, productos o servicios en el mercado y una comunidad de personas que conecta con tu mensaje.

Hasta aquí todo suena increíble, ¿verdad?

Sin embargo, tal vez has llegado a un punto en el que te das cuenta que una persona sola no puede con todo. Cada vez hay más clientes, más comentarios en las redes, más emails… Y es prácticamente imposible llegar a todo tú sola.

Y tal vez se te ha pasado por la cabeza el contratar a alguien para que te ayude. Pero el simple hecho de pensar en esto en vez de producirte alegría, te genera ansiedad.

¿Por qué sucede esto?

La razón es sencilla. Siempre que llega el momento de dar un salto y pasar al siguiente nivel, ya sea en los negocios o en la vida personal, ¿adivina quién aparece? el miedo.

Uno de los miedos más comunes que surgen cuando nuestro negocio está creciendo y necesitamos ayuda es el miedo a formar equipo.

Y esto es precisamente de lo que quiero hablarte hoy.

¿Alguna vez te has dicho estas frases a ti misma? 

  • ¿Quién soy yo para contratar a alguien?
  • ¡No puedo permitirme formar equipo!
  • ¡La calidad de mi negocio se verá afectada!

Si esto resuena contigo, quiero decirte que no estás sola. Muchos emprendedores se sienten así cuando llega el momento de contratar a alguien. 

Vamos a analizar en detalle estos 3 miedos y cómo podemos superarlos.

Miedo número 1: ¿Quién soy yo para contratar a alguien?

Este es un miedo que tiene su raíz en tus creencias. Si experimentas este miedo, lo más probable es que creas que no mereces contratar a alguien.

En la mayoría de los casos, esto se debe simplemente a una creencia que has creado para ti mismo y que, con un poco de esfuerzo, se puede cambiar.

Para superar este miedo, sigue estos pasos:

Paso 1. Pregúntate lo siguiente: ¿Cuál es mi objetivo? ¿Por qué estoy contratando?

Tu respuesta puede ser: Porque quiero hacer crecer mi negocio y duplicar mis ingresos para fin de año.

Paso 2. Hazte esta pregunta: ¿Vale la pena contratar aunque esto me resulte temporalmente incómodo? 

Paso 3. Cambia tu creencia limitante por otra que te haga sentir más cómodo y seguro. 

Por ejemplo: Merezco contratar a alguien.

Este es un proceso que puede llevar algún tiempo, pero si practicas y cambias tus creencias por otras que estén a tu favor, comenzarás a verlo desde una perspectiva más positiva. 

Date un tiempo para trabajar en esto y después da el paso y contrata a alguien. No tiene que ser la persona perfecta, pero ya solo con el hecho de contratar alguien habrás dado un gran paso hacia el cambio. 

Miedo número 2: ¡No puedo permitirme contratar a alguien!

Este miedo puede surgir debido a que estás mirando el contratar desde una perspectiva incorrecta. 

Para contratar a tu primer miembro del equipo no es necesario que hagas un contrato fijo a tiempo completo. 

Si estás comenzando y vas a contratar por primera vez, puedes contratar un asistente virtual por unas cuantas horas a la semana o a media jornada. Esta persona puede ayudarte con las tareas administrativas, gestionar tu email y las redes sociales. 

También puedes contratar personas solo para proyectos puntuales o durante períodos de tiempo donde la carga de trabajo se incrementa (por ejemplo, puedes contratar a un project manager para que coordine un lanzamiento o la creación de una nueva página web)

Otra solución para reducir el coste de contratar a alguien es formar un equipo virtual. 

Si tienes un negocio digital, no es estrictamente necesario que tu equipo trabaje desde tu misma oficina. (aunque si tu modelo de negocio requiere que tu equipo esté presente físicamente entonces sí tendrás que asumir este coste.)

Las ventajas de tener un equipo virtual son:

  • Acceso a talento desde cualquier lugar: No estás limitado al talento que puedas encontrar en tu misma ciudad. Si la asistente de tus sueños vive a 200km, ¿por qué no contratarla? Utilizando las herramientas adecuadas para gestionar tu negocio online no tienes por qué tener dificultades por trabajar en remoto.
  • No necesitas una oficina física: Puede que tú misma trabajes desde casa o desde un coworking. Si recién estás comenzando a crecer y a obtener ingresos más estables, es super importante que vigiles tus gastos y alquilar una oficina puede suponer un coste innecesario. Contrata a alguien que trabaje desde casa e invierte ese dinero extra en tu negocio.
  • Las personas son más productivas: A veces se piensa que las personas que trabajan en remoto son vagas y no hacen lo que tienen que hacer. Esta creencia es totalmente errónea. Puedes estar segura de que si contratas a una persona con la actitud adecuada, los resultados no se verán afectados. Además, está demostrado que las personas que trabajan en remoto son más productivas ya que no se distraen tanto como cuando están en una oficina llena de gente y con constantes interrupciones.

En este video te cuento más sobre cómo atraer a tu candidato ideal

Y antes de lanzarte a contratar a alguien, aunque sea por unas horas, no te olvides de trazar un plan. Analiza cómo el contratar a alguien va a afectar a tus objetivos estratégicos. ¿Podrás aumentar tus beneficios si delegas parte del trabajo? Analiza también los gastos que te supondrá contratar a alguien y si puedes permitírtelo con tus beneficios actuales. 

Miedo número 3. ¡La calidad de mi negocio se verá afectada!

Es totalmente normal que te preocupe este tema, pero si este miedo lo sientes tan fuerte que te está frenando el contratar a alguien, puede que estés experimentando el síndrome del superhéroe. (Si quieres saber cómo superar este miedo, éste video te va a ayudar)

Aquí te cuento 2 estrategias que puedes llevar a cabo para asegurarte de que la calidad de tu negocio no se verá afectada por la entrada de una nueva persona.

  • Documenta tus procesos (o al menos los más importantes) para que siempre consigas los mismos resultados independientemente de quien ejecute la tarea. Si no sabes por dónde empezar, aquí te cuento cómo sistematizar tu negocio para que funcione sin ti. 
  • Asume que habrá un periodo de ajuste desde que la persona entre hasta que se empape de cómo funciona tu negocio, quienes son tus clientes, cómo funcionan tus productos y programas etc. Durante este periodo la comunicación entre ambas partes será clave para que luego esa persona pueda volar sola. Anímale a que pregunte si algo no está claro y dale feedback constructivo. Es una pequeña inversión de tiempo que vas a hacer al principio pero con la que verás grandes beneficios en el corto plazo.

Conclusión

Es muy común quedarse atrapado en el día a día, apagando fuegos y resolviendo problemas… Pero párate a pensar, ¿es así como quieres verte dentro de 1 o 2 años? Si tu respuesta es sí, perfecto. Cada caso es diferente y no todo el mundo quiere las mismas cosas. 

Pero si realmente quieres crecer, llegará un momento en el que tendrás que formar un equipo. Y no hace falta que contrates a decenas de personas para conseguir grandes resultados. Instagram tenía 30 millones de usuarios antes de que Facebook la comprarse ¡pero su equipo estaba formado por solo 13 personas!

¿Estás decidida a vencer tus miedos y formar equipo? ¿Alguna vez has experimentado estos miedos? ¿Qué has hecho al respecto? Me encanta leerte así que ¡déjame un comentario!